Siempre podemos crear. Siempre estamos creando. Mientras estemos pensando, relacionándonos, viviendo... Cada momento es un acto de creatividad.
Me ilusiona especialmente pensar que en las pequeñas cosas que hacemos con los demás, en los momentos sencillos de cada día, estamos fabricando el presente-futuro, la vida.
Si ello lo aplicamos a las relaciones entre personas que normalmente están en contacto (como por ejemplo una familia, pero también un equipo de trabajo, una clase, un grupo de viejos amigos...) entonces los pequeños actos de creación se hacen visibles, nos damos cuenta de que cada segundo, cada momento, es importante. Porque es diferente y porque es nuevo: nunca antes había existido.
Vivir es crear
